lunes, 29 de noviembre de 2010

Certificando el uso óptimo de la Energía

ISO 50001
Certificando el uso óptimo de la Energía
Una mejora en la eficiencia energética. Su implementación, incluso, podría llegar a influir en el 60% del consumo energético del planeta.
La nueva norma ISO 50001 superó la etapa de la aprobación de su borrador, esto se conoce como Proyecto de Norma Internacional (DIS) y constituye la antesala para que la futura norma se oficialice como ISO. Se proyecta que en 2011 se encuentre plenamente implementada.

“Esto dependerá del resultado de, la que se espera, sea la última reunión del Comité Internacional ISO/TC 242 Energy Management en Beijing, China, en octubre de 2010. Este comité es el encargado de discutir acerca de la nueva norma ISO 50001 Energy Management Systems – requirements with guidance for use”, aclara Cristián Cárdenas-Lailhacar, director ejecutivo del Programa País de Eficiencia Energética (PPEE).

Esta norma vendrá a sumarse a la ISO 9001 (gestión de calidad) y la ISO 14001 (gestión ambiental), articulando un conjunto que busca la eficiencia energética y el cuidado del medio ambiente.

“La ISO 50001 es una norma de certificación internacional en administración de la energía. Establecerá un marco de uso de energía para las plantas industriales, instalaciones comerciales y todo tipo de organizaciones para gestionar el consumo de energía. De acuerdo con estimaciones del International Organization for Standarization (ISO), esta norma podría influir hasta en el 60% del consumo de energía del mundo.

Se espera que la nueva norma especifique los requisitos que les permitan a las organizaciones nacionales que la adopten, establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de gestión de la energía. Esto contribuirá de forma importante a promover el uso eficiente de la energía tanto en las organizaciones que la adopten como a nivel nacional”, anticipa Cárdenas.

Cabe destacar que el PPEE, a través de tres de sus miembros, es integrante del Comité ISO/TC 242 Energy Management y participa activamente de las reuniones del Comité a nivel internacional, ejerciendo su derecho a voto como miembro participante sobre esta nueva norma internacional.

Entre los beneficios más recurrentes que se citan con el funcionamiento de esta norma destacan: 1) Disminución de los costos de producción y aumento de la competitividad; 2) Mejoramiento en la supervisión y control del proceso productivo; 3) Contribuye a disminuir la incertidumbre en la demanda proyectada; 4) Mejora el nivel de conocimiento a través de la transparencia y la información. Además, contribuye a la reducción de emisiones asociadas a diversas actividades.

La ISO 50001 será voluntaria, “no existe obligatoriedad. Sin embargo, aquellos que estén certificados, ciertamente que estarán en gran ventaja competitiva, ya que esto les facilitará la aceptación de sus productos en los mercados internacionales”, enfatiza.

Todas las organizaciones que cumplan con los requisitos establecidos en la ISO 50001 Energy Management Systems requirements with guidance for use podrán certificarse.

El desafío voluntario

Al ser una norma discrecional, es clave cómo perciben las empresas los alcances de esta nueva ISO. “La efectividad en el caso de esta norma se mide de acuerdo a cómo las organizaciones logren establecer un proceso de mejora continua sobre el uso de la energía. En este sentido, el éxito a nivel agregado se medirá según el número de organizaciones que decidan adoptar la ISO 50001. Por otra parte, a nivel de cada una de las organizaciones que se certifiquen, la efectividad se medirá en función de cuáles sean los objetivos y metas que ellas definan al implementar la norma y cómo los vayan alcanzando a través del tiempo”, explica Cárdenas.

Esto representa un desafío para sectores específicos de la economía nacional. “Es esperable que sean las empresas energointensivas las primeras en adoptar la norma, particularmente, se espera que los sectores que lideren su adopción sean la gran minería, el sector maderero, químico, cementero, etc.”, argumenta la autoridad.

El desafío que plantea la adopción de la nueva norma no es menor, porque “las empresas que la adopten deberán realizar algunos cambios en sus procesos, en sus equipos, en sus hábitos de trabajo, etc. Esto no siempre es fácil de hacer, ya que por ejemplo, a nivel industrial, la mayor preocupación es el cumplimiento de las metas de producción, dejando de lado muchas veces cuánta energía se utilice para alcanzarlas”, comenta Cárdenas.

Por lo tanto, la estrategia de difusión de la nueva norma será fundamental para que las empresas se convenzan de que es conveniente adoptar la ISO 50001. Para esto hay que “promocionar activamente las bondades de realizar gestión sobre el consumo de la energía. Esto conlleva entender que la ISO 50001 no es una imposición, pero que aquellos que la adopten ciertamente estarán en gran ventaja sobre aquellos que no. Esto no es sólo por la posibilidad de hacer negocios, sino que también porque a través de esta norma, y los ahorros de energía que se generen, aparece la posibilidad de, por ejemplo, obtener recursos adicionales a través de la venta de las reducciones verificadas de emisiones de CO2 asociadas. El mundo se está moviendo en esa dirección, y Chile, como país “La ISO 50001 establecerá un marco de uso de energía para las plantas industriales, instalaciones comerciales y todo tipo de organizaciones
para gestionar el consumo de energía”, señala Cristián Cárdenas, director ejecutivo del Programa País de Eficiencia Energética (PPEE). miembro de la OECD, no puede estar al margen de este proceso”, recalca.

Los beneficios para el país

Los beneficios que puede traer la implementación de la nueva norma no son despreciables. “Chile con esta certificación gana entre otras cosas: Un marco para la integración de la eficiencia energética en las prácticas de gestión de la energía, hacer un mejor uso de los activos que consumen energía, la transparencia y la comunicación sobre la gestión de los recursos energéticos, gestión de la energía de las mejores prácticas y el buen comportamiento durante la gestión energética. A través de la gestión de la energía se obtiene una reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI)”, proyecta Cristián Cárdenas, quien agrega que el cambio que la ISO 50001 puede generar en Chile “va a depender del grado de penetración que tenga en nuestro país, sobre todo en las industrias energointensivas. Mientras más organizaciones adopten esta norma, mayor es el potencial de mejoramiento en la utilización de la energía al que el país tendrá acceso. De cualquier manera, es posible esperar sólo resultados positivos, ya que esta norma promueve el uso eficiente de la energía”, remata.

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