jueves, 25 de noviembre de 2010

Opciones nucleares en el SING

ANÁLISIS
Opciones nucleares en el SING
La discusión está planteada: Gobierno, gremios y expertos aseguran que es una buena opción que no se puede descartar a priori y que, al menos, debe estudiarse.
La industria minera está buscando opciones para el desarrollo de suministro energético que le asegure su sustentabilidad en el mediano y largo plazo. Es así que, además de estudiar opciones para la implementación de centrales basadas en ERNC, se han manifestado a favor del uso de la energía nuclear.

La industria está preocupada por diferentes aspectos que la afectarán en el futuro. Primero, la discusión internacional en torno a la conciencia ecológica está haciendo que la producción industrial y el comercio navegue en aguas turbulentas. En el mediano plazo, los productos manufacturados serán juzgados en base a la cantidad de carbono que fue requerido para producirlos y transportarlos. Un impuesto al carbono y otras moléculas contaminantes podría ser una realidad en el corto plazo.

Segundo, en Chile se está estudiando un proyecto de ley para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Recientemente, la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) emitió el anteproyecto de ley sobre la norma de emisión para centrales termoeléctricas. El texto, que se basa en la facultad otorgada al Estado por la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente para dictar normas de emisión, establece los mecanismos y multas para el control de emisiones de material particulado (MP), óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2), mercurio (Hg), níquel (Ni) y vanadio (V).

Y tercero, la inherente volatilidad en los precios internacionales de los combustibles hace imposible predecir los costos futuros de la generación eléctrica. Esto es principalmente sensible en el norte de Chile, donde se concentra la mayoría de las operaciones mineras, que son intensivas en el uso de electricidad. De acuerdo con datos proporcionados por la Comisión Nacional de Energía (CNE), el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) está basado en un 99,6% (3.560 MW) en instalaciones de generación que utilizan combustibles fósiles, siendo el gas natural el principal insumo con un 58% del total de la matriz de este sistema eléctrico. Más atrás se ubicaron el carbón+petcoke, con un 27,7%; Fuel Oil Nº6 con 5%; carbón con 4,2%; diésel con 3,7% y diésel+Fuel Oil con 1,1%). El porcentaje restante corresponde a las minigeneradoras hidráulicas Cavancha (2,6 MW) y Chapiquiña (10,2 MW).

Con este panorama el sistema eléctrico del Norte Grande es y será un foco de preocupación estratégica tanto para el Estado como para la industria, la cual está buscando vías de escape para evadir estos tres elementos de presión. Dos de las vías de escape serían el desarrollo de la energía nuclear y el desarrollo de las energías alternativas (eólica, geotérmica, solar, biomasa, mareomotriz) para la generación eléctrica.

Las voces de la discusión

El documento "Nucleo-electricidad en Chile: posibilidades, brechas y desafíos", publicado por la CNE este año, señala que "la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que para lograr la reducción necesaria de emisiones en los plazos requeridos no existe una solución única sino que es necesario avanzar simultáneamente en múltiples frentes (...). La energía nuclear surge así como parte de la solución global, como una necesidad para enfrentar el cambio climático".

El ministro de Energía, Ricardo Raineri, se ha abierto al estudio de este tipo de energías, aunque, asegura, la decisión no se tomará en este Gobierno.

Los gremios mineros están expectantes. El ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Alfredo Ovalle, durante su periodo al mando de la institución, sostuvo que el tema se plantearía de forma oficial. "La falta de energía es un tema que nos preocupa e incluiremos la energía nuclear en ello", dijo en su momento.

El Consejo Minero también se muestra a favor de su aplicación. La gran minería, que se concentra en la zona norte del país, ve en la energía nuclear una opción real para tener energía eléctrica a menor costo, dados los crecientes aumentos en los costos marginales del Sistema Interconectado del Norte Grande, que se basa en una matriz casi completamente térmica.

Por su parte, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Rafael Guilisasti, también está a favor por el uso de la nucleoelectricidad. "El Gobierno debería jugar un rol más activo en asegurar una matriz energética diversificada, que funcione sin subsidios y pensada para una economía de mercado. Los proyectos hidroeléctricos del sur de Chile deberían entrar en funcionamiento pronto, y ya que ese tipo de energía eléctrica es la más limpia y barata, esto generará una baja sustantiva en los precios. Pero, paralelamente, hay que mirar hacia el norte y pensar en la energía nuclear. La industria de la minería, por ejemplo, realizará importantes inversiones en los próximos años y tendrá un gran consumo de energía. Ahí hay una oportunidad", señala.

El dirigente gremial asegura que las fórmulas políticas públicas deben pensarse al menos en los próximos tres o cuatro gobiernos.

Otro de los personeros a favor de este tipo de energía es el académico del Departamento de Física de la Universidad Santa María, Gastón Agüero. "El sector minero será uno de los mayores beneficiados con la energía nuclear, y por tanto, debería realizar gran parte de la inversión. Al recibir energía eléctrica más barata, las mineras podrán disminuir considerablemente sus costos de producción y rentabilizarían su negocio en el largo plazo. En la medida en que podamos producir cobre más barato, existirá una mayor rentabilidad del producto y el país recibirá mayores ingresos", sostiene.

Precios de la energía nuclear

La energía nuclear tiene valores inferiores que el resto de las energías, al menos en Europa. Así dice un estudio conjunto entre la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Agencia de la Energía Nuclear (AEN), organismos que establecen que la energía nuclear tiene un costo promedio de US$60 por MW, frente a los US$80 del carbón, los US$90 del gas y los US$120 de la energía eólica terrestre. Esos resultados "varían enormemente de un país a otro, incluido dentro de la misma zona geográfica", advierten los autores del documento.

Este artículo es gentileza de la revista ELECTRICIDAD, publicación del Grupo Editorial Editec.

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